martes, 24 de marzo de 2015

Detención, juicio y ejecución de Alexandro Bóveda (III)

ACTIVIDADES DELICTIVAS

Los cargos que se hicieron contra el Alexandro Bóveda, como veremos resultan incontestables por abrumadores. Insisto, una vez más, que el nombre oficial de este individuo es Alejandro Bóveda Iglesias, el de pila que usaba era Alexandro --o Xandro con la familia-- pero en ningún caso Alexandre que es producto como tantos otros de la calenturienta inventiva de su hagiógrafo nacionalista, que tiene redaños para publicar facsímiles de varias cartas en las que nuestro protagonista firma como Alexandro o Xandro, y se empeña en llamarle Alexandre. Decía que los cargos que se hicieron al Bóveda resultan incontestables: se le acusa de formar parte del comité que, una vez que tuvo noticias del alzamiento de nuestras tropas de África, preparó la rebelión en el Gobierno Civil de Pontevedra repartiendo armas. Como estas no se usaron para hacer cosquillas a los alzados, sino que les ocasionaron bajas, pocas, pero bajas en definitiva, se comportó desde el punto de vista jurídico como un perfecto traidor al poner impedimentos al avance del Ejército. Como esta oposición la realizó desde un cargo directivo, el consejo de guerra pudo apreciarle la agravante de perversidad del delincuente, lo que a su vez permitió establecer la pena a imponer en su grado máximo.

Para que se vea lo que inventó o calló el hagiógrafo nacionalista del Alexandro Bóveda, dejo unos fragmentos de declaraciones en las que se le alude y permiten documentar lo que acabo de decir.
 *****
Tengo  el honor de poner en conocimiento de V. que el día 20 del actual, durante las horas de la tarde en que con toda actividad se estaban concentrando armas recogidas por los elementos de las organizaciones marxistas en las armerías de la Capital y de las poblaciones de la provincia, y se armaba a dichos elementos, peligrosos todos ellos por su actuación y significación societaria, en el edificio y oficinas del Gobierno civil, preferentemente y como punto de distribución en el despacho del Gobernador civil, todo ello con ánimo de hacer frente a la posible acometida de las fuerzas del Ejército en todas estas actividades y como elemento dirigente figuraba D. Alejandro Bóveda, empleado de Hacienda, el cual en un momento en que un grupo de jóvenes subía la escalera del edificio, alguno de ellos portando al hombro cajas conteniendo armas recogidas en las armerías, desde el rellano central de la escalera increpó a los que subían diciendo que se mantuviesen abajo y como los portadores de las cajas, que se encontraban a la altura del [Bó]veda, contuviesen su ascensión, este se dirigió a ellos manifestándoles que ellos desde luego subían. Se apreciaba en su actitud que en las dependencias donde se concentraba el mando, el Sr. Bóveda ejercía una acción dirigente importante.
Oficio del agente de policía Ramón Pérez Cienfuegos, de 26 de julio de 1936 al comisario jefe de Pontevedra.

*****

Que mucha de la gente armada que estuvo en el Gobierno durante todo el día, no se encontraba cuando lo ocuparon las Fuerzas del Ejército porque momentos antes en varios camiones salieron dichos paisanos armados y que precisamente iban la mayoría con armas largas, desde las que fueron mandadas requisar por el Gobernador y repartidas por Bóveda y el Capitán de Asalto e iban a cortar el paso a las Fuerzas de la Base Naval de Marín que suponían venían hacia Pontevedra.

Declaración judicial del agente de Vigilancia Cástor Prieto Rodríguez en Pontevedra a 1 de agosto de 1936.

*****

Que el Sr. Bóveda le preguntó de que armamento tenía y disponía a lo que contestó que tenía armamento pero que mientras no viniese el Capitán él no disponía de nada (...) Que cree por haberlo visto que el que dirigía todo era el Sr. Bóveda o por lo menos que asumía las principales funciones.

Declaración judicial del sargento de Seguridad Antonio Dorado García en Pontevedra a 1 de agosto de 1936.

*****

El que declara en unión de otro agente y por creer que era su deber subió a defender al Gobernador, entre ellos estaban Jacobo Zbarsky que con una pistola en la mano amenazaba al Gobernador. Cuando fue requerido por el deponente para que dejara dicha actitud no hizo el menor caso. Entre los que estaban en actitud amenazadora, conoció a Bóveda, Adrio Barreiro, Novás, José Pintos, Pampín, Ramiro Paz, Caamaño y algunos otros que no recuerda y a otros que no conoce por sus nombres. Que todos estos eran los que parecían llevar la dirección de todo.

Que a Zbarsky por estar a su lado lo vio hacer un disparo al hidro que en aquel momento volaba muy bajo sobre dicho Gobierno lo que provocó los disparos del mismo (...) Como nombres de una serie de los que dirigían a las masas, armaban y daban órdenes, están Alejandro Bóveda, José Pintos, Paulo Novás, Ramiro Paz, Víctor Casas, Germán Adio, Mañá, José Adrio Barreiro, Amancio Caamaño, Amando Guiance Pampín, Manuel Martínez Vázquez, Andrés Rey Rey, Emilio Villar, César Poza Juncal, Ricardo Pomar Molla (este se distinguió en el reparto de armas y requisa de coches) Antonio Salvador Caja, Luis Poza Pastrana, Ramón Sainz de Inestrilla, José Acuña Damas, Francisco Tilbe Rodríguez y figurando igualmente entre los anteriores nombrados Abraam Zbarsky y Clemente Martínez Gendra, además de los dos delegados de Trabajo Royo y Mucientes. Como Jefe de las Milicias colocadas en entrada de la Alameda estaba Francisco Fernández Blanco, designado para el cargo por Alejandro Bóveda.

Declaración judicial del inspector de Vigilancia Antonio Iglesias Garcés, en Pontevedra a 2 de agosto de 1936.
*****

Que en uno de los momentos en que se asomó a la puerta principal del gobierno civil, el día veinte de julio último, vio un grupo enorme de gente al que se dirigió arengándolo Alejandro Bóveda y ordenó a Francisco Bernárdez Blanco, que al mando de un Grupo de Milicias se colocase en la Rotonda de la Alameda, en actitud de defensa, contra las Fuerzas del Ejército (...) Por las varias veces que el declarante subió al despacho del Gobernador, estaba entre los que recuerda, Alejandro Bóveda, José Pintos, Paulo Novás, Ramiro Paz, Víctor Casas, Germán Adrio, José Adrio Barreiro, Amancio Caamaño, Amando Guiance Pampín, Manuel Martínez Vázquez, Andrés Rey Rey, Emilio Villar, César Poza Juncal, Ricardo Pomar Molla, Antonio Salvador Caja, Luis Poza Pastrana, Ramón Sainz de Inestrilla, José Acuña Damas, Francisco Tilbe Rodríguez, Abraham Zbarsky, Clemente Martínez Genda, además de los dos delegados de Trabajo, Royo y Mucientes Juan González Corbacho [sic].

Declaración judicial de Heliodoro Pérez Martín, vigilante conductor del Cuerpo de Investigación y Vigilancia, en Pontevedra a 2 de agosto de 1936.

*****
En los días dieciocho, diecinueve y veinte, vio entre otros que no recuerda a Bóveda, Adrio Barreiro, Pampín, Caamaño, Zbarsky padre e hijo, Poza hijo el más joven, Salvador Caja, Ramiro Paz y el Capitán Sr. Rico, los cuales unos más que otros, destacándose desde luego Bóveda aparecían en opinión del deponente como dirigentes del movimiento inusitado que se notó esos días en el Gobierno Civil.

Declaración judicial del portero del Gobierno Civil, Odilio Conde González, en Pontevedra a 4 de agosto de 1936.

*****

En los días dieciocho, diecinueve y veinte y aún en días anteriores el Despacho del Gobernador y un salón anejo a esa Dependencia se convirtieron --en una opinión del exponente-- en una especie de agencia para facilitar el armamento del pueblo, organizarlo y prepararlo para lo que todos hemos visto. Esa agencia la formaban, El Gobernador, Bóveda, el ruso Zbarsky y su hijo, Troncoso (está en Arbitrios) Adrio Barreiro, el representante del partido comunista cuyo nombre nunca pudo saber, Ramiro Paz, Víctor Casas, Caamaño, Salvador Caja, Inestrilla, Acuña factor del ferrocarril, Mucientes, de la Inspección de trabajo, Paulo Novás que estuvo en la mañana del veinte poco tiempo, y otros más que no puede el exponente recordar, de todos ellos el principal dirigente era Bóveda, el cual llegó hasta a arrestar por si y ante si, por no acatar a su Autoridad a un tal Puente, en una de las habitaciones del Gobierno Civil y en la mañana del día veinte (...) El gobernador Civil firmaba órdenes sobre licencias de armas, requisas de ferreterías, aprovisionamiento de dinamita, etc. y hasta ha visto en el día veinte la firma del Bóveda en alguna disposición u orden aunque no puede precisar para que objeto. Hace constar que una especie de brazo ejecutor del Bóveda (manejaba el teléfono, cursaba órdenes, etc.) era el segundo hijo del Médico Poza.

Declaración judicial del portero del Gobierno Civil, Ricardo Rial Dotras, en Pontevedra a 4 de agosto de 1936.

*****

En los días dieciocho, diecinueve y veinte, vio el declarante, al Gobernador, que con Bóveda, el Capitán Rico, Pampín, Adrio, un Suboficial de Artillería que después supo el dicente era el llamado "hijo del Ruso" y Ramiro Paz, entre otros que no puede recordar dirigían al parecer todo el movimiento de armamento y organización de la masa de paisanos que invadía el palacio de la Diputación, destacándose Bóveda en la aludida dirección.

Declaración judicial del portero del Gobierno Civil Juan Rivas Solano, en Pontevedra a 4 de agosto de 1936.

*****

El día veinte vio al lado del Gobernador entre otros a Bóveda, y a Pampín, al Sr. Pérez Prego, Presidente de la Diputación, como elementos directivos del frente Popular. Le consta que Bóveda era uno de los elementos del Frente Popular más influyentes.

Declaración de Amancio Caamaño Cimadevila, exmilitante de Izquierda Republicana, en Pontevedra a 4 de agosto de 1936

*****

Que los que recuerda que los [sic] que estaban en el despacho del Gobernador eran Pérez Prego, Bóveda, Telmo Bermúdez, Pampín y otros que no recuerda.

Declaración judicial de Paulo Novás Souto, secretario de Izquierda Republicana, en Pontevedra a 5 de agosto de 1936.

*****

Que en la noche del sábado al domingo diecinueve, la pasó en el Gobierno Civil, en el que con el Gobernador estaban Bóveda, Adrio Barreiro, Guiance Pampín, el Delegado de Trabajo, Caamaño, Luis Poza, Paulo Novás y no recuerda si Ramiro Paz. Juntos pasaron toda la noche hablando de los acontecimientos políticos que se anunciaban en España.

Declaración judicial de Víctor Casas Rey, presidente de la organización local del Partido Galleguista, en Pontevedra a 2 de agosto de 1936.

*****

Que a los alrededores del gobernador y en su despacho y entre otros que no recuerda estaban Bóveda, Pampín, y el Capitán Rico.

Declaración judicial de Ramiro Paz Carvajal, socialista, en Pontevedra a 5 de agosto de 1936.

*****

Que estuvo en el Gobierno Civil en la mañana del lunes día veinte de julio. Que allí y por no obedecer una orden de recogida de armas fue arrestado estando presente el Gobernador por Bóveda, quien le mandó ir a una de las habitaciones del Gobierno Civil encerrándole personalmente en ella; de la que logró salir al encontrar la puerta abierta a las doce de aquella mañana, escapándose seguidamente.

Declaración judicial de Manuel Puente Iglesias, agente ejecutivo de la Diputación, en Pontevedra a 5 de agosto de 1936.

*****

Que recuerda entre los que estaban en el despacho del Gobernador a Bóveda de quien desde luego no recibió orden alguna.

Declaración judicial de Luis Poza Pastrana, secretario del grupo local del Partido Galleguista, en Pontevedra a 5 de agosto de 1936.

*****

Que entró con alguna frecuencia en el despacho del Gobernador llamado por este para que atendiera el teléfono. Que en dicho despacho hubo gente durante toda la noche y que en opinión del dicente estaban reunidos en espera de las incidencias que pudieran ocurrir con motivo de un levantamiento de las tropas de África. Entre los que recuerda que estuviesen allí, figuran Bóveda, Pampín, Luis Poza, Edelmiro Dios, José Adrio Barreiro, el Capitán Rico, Paulo Novás, Víctor Casas, Antonio Salvador Caja, José Acuña, y que estuvo un rato solamente (...) Que vio como Bóveda, Luis Poza, Antonio Salvador Caja, y más tarde a Inestrilla y Mucientes, escribiendo a máquina unos oficios que llevaban a la firma al Gobernador y que una vez firmados eran repartidos en el ante despacho del Gobernador a varias personas de las cuales conoce algunas de vista. Que cree que los oficios eran órdenes de incautación de coches, gasolina, armas y municiones.

Declaración judicial de Enrique Pérez Fontán, funcionario del Gobierno Civil, en Pontevedra a 6 de agosto de 1936.

Todo lo cual, para poner de manifiesto la mendacidad o los inventos de la historia nacionalista, me parece que por hoy es bastante.



No hay comentarios: